¡Párate! y ¡Anda!
Oscila por la vieja rendija de su flor
De esa flor que se marchitó al regarla
Con el dulce sabor de sus lamentos
El oscuro regadío de sus aguas
Aguas que caen por la cascada de su recuerdo
Su avasalladora figura, cuyo hogar ya ni recuerdas
Hogar que más de una noche te refugió
Refugió el sombrío pasar de unos labios envenenados
De unas uñas cortantes
De una respiración agitada
De unos gritos callados por el espesor de la noche
La fría noche, quebrada en cada momento
...
Corazón
Camina, lánguido, y aturdido
Ofuscado, sin razón alguna
Ocultando el razocinio, estableciendo zonales de cariño
Zonales ni tan profundos, ni tan superfluos, cae
Cae en el juego del azar, el poker siempre es tentador
Mientras caminas y blufeas de mesa en mesa
Buscando unas piernas tentadoras
Signos extrapolares
Magnetismo ilustrado en ojos profundos
Ríes
Cuando recuerdas los detalles de tu última confesión
Confesión en las penumbras
Reflejando cada estrella en 40 grados
Grados que entorpecen tus piernas
Tu mente
Tus manos
Tu mismo corazón
Entonces despiertas!
Empapado de la arena que alguna vez se metió en tus zapatos
Orejas, entre tus dedos
Mientras observabas el infinito juego del vaivén
De tus sueños sepultados en un colchón de sal
Gritando que no los dejes naufragar en el mar del olvido
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